sábado, 21 de septiembre de 2013


Buscando un sentido a la existencia misma


“Cada uno de nosotros como seres humanos nos encontramos inmersos en un constante ir y venir de cuestionamientos que conforman nuestra existencia misma y  ponen entre dicho el sentido que tiene la  vida en el aquí y ahora” (Correa,2013)


El hombre va caminando por la senda de la vida preguntándose: ¿Qué tiene preparado la vida para mí? y al tratar de encontrar alguna respuesta que dé cuenta de esta interrogante llega a tal punto que no logra encontrar una respuesta acertada; esta actitud en si es errónea debido a que el hombre espera que la vida le proporcione, pero realmente la interrogante se invierte y adquiere un matiz que le confiere al hombre un posicionamiento nuevo sobre su existir: “el hombre no debe preguntarse qué puede esperar de la vida, sino comprender que la vida espera algo de él” (Fabry,1984). Esto demarca en el hombre una perspectiva diferente al percatarse que tiene una finalidad su vida en este mundo, es decir, tal como lo enuncia Viktor Frankl: “posee un ¿para qué?  que encierra en sí mismo una voluntad de sentido.”
Pero ¿una voluntad de sentido? parece un tanto difuso esta constante interrogante inherente a la naturaleza humana y a lo largo de la historia de la humanidad ha sido el centro de curiosidad para dotar a la vida un valor para vivirla (ha sido objeto de reflexión y cuestionamiento de diversos personajes que trataron de ofrecer una respuesta certera) y las mismas vicisitudes de la vida han relegado la importancia de conferirle a la vida un sentido.
Por la constante transformación a la que nos encontramos sometidos actualmente ha venido en detrimento la voluntad de sentido, haciéndose presente la escisión que da paso a un  vacío existencial (al no encontrar ninguna valía a lo que realizan en su día a día) y de manera paralela el rechazo de los valores tradicionales que otorgan la guía para la elección de las actitudes a seguir por parte de las personas.

Es en este punto nodal donde Viktor Frankl ofrece una perspectiva diferente sobre el hombre, es decir, abre nuevos horizontes de concepción sobre el hombre como una unidad y  da cuenta de las implicaciones de la existencia humana en este mundo que pone al límite la fortaleza humana. A través de la Logoterapia se pretende guiar a las personas hacia una mayor comprensión de sí mismas, resaltando la importancia de su pasado como formador de lo que son en el presente (gracias a sus experiencias pasados lograron diversos aprendizajes que los han llevado al momento preciso de aquí y ahora) así como el reflejo que tienen de su futuro (sus aspiraciones), de esta manera las personas logran comprender su situación actual y atribuirle un sentido a su existencia.
La Logoterapia es el método psicoterapéutico orientado a descubrir el sentido de la vida (el término “logos” es utilizado por Viktor Frankl como sentido, por lo tanto, la Logoterapia es la terapia que se enfoca en descubrir el sentido de la vida para cada persona), el cual retoma una visión humanizada del hombre, al conferirle nuevamente esta capacidad electiva y de responsabilidad ante sus decisiones, creando así una imagen de agente activo sobre su propio destino y la forma en que lo enfrenta.

De esta manera le ofrece al hombre un panorama alentador al enfatizar en la existencia de un sentido de vida que es accesible, la capacidad de poder descubrirlo (el cual también cambia de acuerdo a la situación de la persona).







La Logoterapia trata de enmarcar la forma en que el paciente logre concebir a este vacío existencial como un reflejo de su misma humanidad (quitándole el significado de signo de síntoma de una enfermedad neurótica) , la cual siempre está en constante cambio y lleva consigo un ir y venir de tensiones que producen crisis en él, pero es en este momento de crisis donde se instala la oportunidad para enfrentar la situación presente y adjudicarle un sentido a su momento; esto propicia a que el paciente no transcurra en estos periodos tratando de llenar con banalidades que solapen momentáneamente la afección, por ello  el problema no se centra en los aspectos banales, sino en el impulso que origina la búsqueda de lo banal, es decir, se llena por llenar. Es aquí en donde debe entrar la atención logoterapuetica  de apoyar en el descubrimiento de un ¿para qué? sólido y duradero que brinde al hombre (paciente) un sentido  un tanto etéreo de ser posible, que lo enmarque en la aventura de recorrer su vida con un fin, una misión, un objetivo claro y preciso, de esta manera vendrán consecutivamente los beneficios de encontrarle un ¿para que? a la existencia misma, es decir, la felicidad, la satisfacción, la paz, etc. llegarán al momento de adjudicarle la voluntad de sentido.



El cuestionamiento que deviene : ¿Cómo conferirle un valor de sentido a la vida? , se ha discutido líneas atrás sobre esta búsqueda como parte  de la esencia del ser humano y se pretendido dar respuestas certeras y concretas que delimiten algún método para encontrar tan anhelado sentido, pero tal como refiere Frankl: “el sentido del sentido, es marcarle el paso al ser” , siendo imposible asentar un manual que diga paso a paso como inmiscuirse en este mar de búsqueda de sentido; resaltando que la función de la logoterapia consistirá en hacerle ver al paciente las diferentes posibilidades que se presentan en su vida (son accesibles a su vida y para cada momento existe un sentido de vida el cual es flexible) y conferirle la libertad de elección.
Viktor Frankl describe que existen cinco situaciones a través de las cuales se puede buscar esta voluntad de sentido:




  1. Consigo misma a partir de una experiencia personal.

  1. Es consciente que existen alternativas de elección.

  1. Una actitud de cambio, donde enmarca al sufrimiento como posibilidad de valor de sentido en sí (darle al sufrimiento un ¿para qué? de su existencia en ese momento de su vida, dependiendo de la actitud con que lo encara) , así mismo también enfatiza sobre el pasado y la manera de percibirlo – en él radican 2 caminos a) dejarse abatir y arrastrar por sus efectos recalcitrantes asumiéndose como víctima y disculpándose/excusándose ante todo y todos, b) percibirlo como un momento de aprendizaje y de superación, tomando una posición activa sobre su destino.

  1. 5. Son los menos agradables, porque exigen responsabilidad y auto trascendencia: asumiendo de manera responsable la libertad que se posee, tomando en cuenta el bagaje de valores introyectados por las figuras morales y espirituales y la elección implica contemplar y/o reemplazar dichos valores






Sale a relucir las diferentes posibilidades para encontrar este sentido y sobre todo en aquellas situaciones que se tornan complejas (ilógicas e implican la aparición de dolor por la vivencia)  para la persona, pero es en este nodo donde las lecciones de la logoterapia recaen en depositar en el paciente la responsabilidad sobre su presente y sus aspiraciones(aceptación de su pasado, vivir su presente y no angustiarse por el futuro que es incierto, en la medida de lo posible que se visualice a partir de sus decisiones presentes lo que quiere ser) y enfrentar las tensiones constantes de la vida mediante un afrontamiento que vaya encaminado a la energía espiritual (sentidos). Lo anterior se expresa en la siguiente frase: “La tensión más saludable es y se aspira a ser: ser y sentido” (Fabry, 1984) .
Por lo tanto, aquello desolador se convierte en un desafío para la persona al tener como cimiento lo siguiente: suponiendo que en el mundo existe el azar y la injusticia, ¿Qué puedo hacer yo -y en ciertos casos, solamente yo- en la situación en la que me encuentro?  y a partir de esto el paciente se hace responsable de su búsqueda de sentido donde existirá un descubrimiento personal para restablecer su “salud mental”.  Cabe destacar que William S. Shakien concibe a Frankl como “aquel que ha restablecido al hombre en el sitio que le corresponde en el orden de las cosas al restablecer su calidad humana, regenerando su salud mental al reemplazar el sentido por lo absurdo, el optimismo por el pesimismo y la razón por la irracionalidad”.

En este sentido la logoterapia contiene las siguientes formulaciones:

·      Toda realidad tiene sentido y la vida nunca deja de tener sentido para nadie.

·      El sentido es específico y cambia de persona a persona, y para cada persona, de momento a momento, es decir, el sentido es permeable y flexible a la situación actual de la persona.

·      Toda persona es un ser único y la vida en sí misma entraña una serie de objetivos que deben ser descubiertos y a los cuales se debe responder.

·      Es la búsqueda de tareas específicas de la persona y su respuesta a estas lo que le proporciona sentido.

·      La felicidad, la satisfacción y la tranquilidad espiritual son simples productos derivados de esta búsqueda.


A partir de estas formulaciones Fabry logra describir el actuar de la Logoterapia de la siguiente manera: “la desesperación era un sufrimiento que no tenía ningún sentido para quien lo padecía. Pero el sentido podía descubrirse en un campo más amplio de lo que suponía la víctima de la desesperación y era labor del psiquiatra ampliar la perspectiva del paciente, presentarle el campo de sus posibilidades significativas en toda su extensión”.

La manifestación del logos se establece en el momento en que el hombre acepta lo inevitable y al aprobarlo se transforma en un desafío para él. De tal manera, para abordar esta aceptación consciente de las diferentes vicisitudes de la vida es ineludible considerar  las 3 dimensiones (física, psicológica y noética) que conforman al hombre,  conbiéndolo  como un ser aprisionado en su dimensión física (corporal) y condicionado en su psique pero la  libertad se consagra en la dimensión de su nous (no se limita solamente a existir, por el contrario influye activamente en su existencia); esta forma de pensar al hombre tridimensional parte del estudio sum de Descartes “del yo soy”  llegando a la siguiente conclusión:
“El hombre es un ser, que si bien se halla determinado de estos modos, conserva un área importante de libertad donde no está determinado en modo alguno y es libre para oponer resistencia a lo que lo determina”
A lo que añade Fabry: “el hombre está determinado, pero nunca pandeterminado”.

Es en este punto donde la libertad toma un énfasis supremo para la elección sobre la forma de afrontar las situaciones de la vida (en ello radica la voluntad de sentido o el vacío existencial), esta importancia se ve reflejada en la siguiente frase: “El hombre contemporáneo, quien, sentado frente al lienzo vacío de su vida, es libre para hacer lo que le plazca. Pero se aterra”  (Fabry,1984).
Esta libertad albergada en la dimensión noética del ser humano le da el poder determinar sus acciones, sus experiencias, sus actitudes a partir de los valores que le dan sustento a dicha libertad y le otorgan una guía que lo conduzca por caminos asideros(anulando todo resquicio de incertidumbre); esta cualidad netamente humana al usarla erradamente puede conducir al hombre a un libertinaje sobre el que se edifica la improvisación de sus propias normas(no existen valores tradicionales, los relega y aliena) y por lo tanto hace todo aquello que le apetezca ya que todo entra en su marco de referencia(todo es permisible para él).  
La situación en la que se encuentra dicha libertad pone al hombre en la situación de elección sobre una u otra alternativa (tomando en cuenta las consecuencias que se desencadenan ante cualquier decisión), pero el propósito fundamental de la libertad radica en lo siguiente: le ofrece al hombre la oportunidad de cambiar, de renunciar y oponerse a sí mismo - haciéndole frente a su dimensión física y psicológica - derrocando el aparente determinismo y por consiguiente llega la transformación actitudinal y así tiende a la trascendencia; de todo lo anterior pone al hombre como el creador y actor de su propio mundo, actuando y movilizándose de manera activa y asumiendo la responsabilidad de las consecuencias que se desprenden de su libertad al decidir.
Esto se ha venido mermando por las implicaciones sociales que enfrenta el hombre, es decir, existe una falta de voluntad de sentido que hace sentir la vida como carente de finalidad, de incentivos y obligaciones, sus actos no tienen ninguna repercusión y la vida es agobiante, sintiéndose sometido inevitablemente a las circunstancias que escapan de su control, esta aprisionado y ha sido derrotado por la misma vida denotando un vacío existencial. Siendo a voluntad de sentido inherentemente requiere de un compromiso del paciente al adentrarse en esta búsqueda de un ¿para qué? de su existencia, con ayuda de logoterapeuta el cual le revelará al paciente el campo más amplio posible de los sentidos potenciales, exhortándolo a que tome sus propias decisiones y educarlo para que asume la responsabilidad de sus decisiones/actos.

Si tomamos este panorama que ofrece la Logoterapia, se pondrá de relieve los tres principios fundamentales que regirán este actuar terapéutico:
1.     A vida tiene sentido bajo todas las circunstancias.
2.     E hombre es dueño de una voluntad de sentido y se siente frustrado cuando deja de ejercer este sentido y lleva consigo a un vacío existencial.
3.     Es el hombre, dentro de sus obvias limitaciones, para consumir el sentido de su existencia.

A partir de lo anterior, la Logoterapia concibe al hombre cuya vida está integrada por una serie de situaciones, cada una de ellas encierra un sentido único que está determinado para él solamente. A partir de esta búsqueda de sentido en cada una de las situaciones que la vida interna, devendrá su satisfacción, su felicidad y su salud mental. Es imprescindible que él comprenda que es libre de actualizar los sentidos de su vida, es un acto inherente a su esencia humana y nadie puede reemplazarlo para hacer esa tarea. La búsqueda de los sentidos únicos de su vida hace de cada hombre/mujer una personalidad única e irremplazable.
Lo anterior se plasma acertadamente en el Pasaje de Hillel: “Si no lo hago yo ¿quién lo hará? … Si no lo hago ahora ¿cuándo lo haré? … y si lo hago pensando en mi propio beneficio ¿Quién soy?  Esto refleja la esencia de la Logoterapia.

La forma de acceder a este sentido que encierra cada situación de la vida, se puede lograr a través de 3 aspectos a resaltar:
1.     Mediante la realización de actividades significativas, teniendo una participación activa, así mismo la motivación determina la significatividad de la misma actividad.
2.     El sentido de la experiencia personal, a través de los valores se despliegan experiencias que ofrecen sentido a la persona.

3.     El sentido de las actitudes puede revelar en sentido más insondable al momento en que el hombre se enfrenta a la  “triada trágica”: sufrimiento inevitable, culpa imborrable y la muerte; al ser situaciones que salen del control de la persona, inherentemente implica la vivencia del dolor pero ante este desolador panorama el hombre puede elegir la forma de afrontar, es decir, si encara la situación con dignidad y valentía y transformando así el sufrimiento en una conquista suprema de su espíritu.
“No es la carga la que nos vence, parece decirnos la Logoterapia, sino e modo en que la llevamos” (Fabry, 1984).

Todas estas posibilidades para alcanzar el sentido de vida, el más interesante es el sentido de las actitudes, porque socialmente se privilegia aquello que se torna positivo para las personas, todo lo que produce placer y por ende satisface plenamente a cada persona; pero en el momento en que nos encontramos en situaciones complejas e implican la vivencia del dolor, parecería utópico e ilógico encontrar un ¿por qué? o ¿para qué? de su presencia en el momento actual , pero como lo describe Viktor Frankl, el hombre esta determinado a nivel físico y psicológico, pero en su nivel noético resguarda la libertad que hará de él una persona activa al decidir la forma en que se enfrentara a las diferentes situaciones de la vida, en este caso, podrá optar por mostrarse como la víctima ante dicha situación, siendo abatido por los efectos de la misma y el inminente vacío existencial; por otro lado, puede afrontar la situación con una actitud de valentía en pro de su desarrollo personal, al concebir dicha situación como un reto que debe ser superado y en el que reside un aprendizaje que contribuirá a su crecimiento, presentándose el ¿para que? que dotará de sentido su existencia. Para resaltar lo anterior, Yechuda Bacen afirma lo siguiente: “el sufrimiento puede tener sentido, si te cambia y te mejora”.
Esto enmarca aquello que se refiere al sentido último de la vida en las actitudes, por supuesto es posible encontrar sentido al realizar actividades creadoras y experiencias personales, pero este sentido último y más profundo radica en aquellas actitudes frente al sufrimiento inevitable esto se logra a través de la fe  aun cuando las circunstancias reflejen un panorama desolador y complejo, es decir, llegar a transformar el sufrimiento en un logro mediante la fe.

Es aquí donde quedamos desnudos, todo lo material se torna insignificante y es en este punto donde la esencia del hombre resurge de las cenizas de la tragedia que nos sumerge hasta lo más recóndito de nuestra existencia, es el punto de inicio para el camino que nos llevará de lo superfluo a lo más profundo de nuestro ser, porque es un acto de fe y valentía afrontar esta triada trágica con una actitud que relegue el carácter negativo de la situación y así dotarle de un sentido a lo que ocurre en el aquí y ahora.

El sentido es accesible a la persona pero debe descubrirse, es una exigencia de la situación y lo que podemos hacer es abrirnos a los sentidos, realizar un esfuerzo consciente para intentar descubrir la totalidad de sentidos posibles que nos ofrece una situación determinada y luego elegir aquel que, dentro de los límites de nuestro conocimiento consideramos como el verdadero para esa situación específica (Wertheimer); la vida está llena de un sinfín de sentidos que están en constante movimiento y es decisión del hombre lanzarse y descubrirlos paso a paso, otorgándole un motivo para continuar su camino provisto de sentido, así mismo devendrán los beneficios de esta elección existencial.
¿Quién es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es.
(Viktor Frankl)
UN AGRADECIMIENTO ESPECIAL A MI AMIGA Y HERMANA Correa Chávez Ordaliz POR PROPORCIONARME EL MATERIAL Y PERMITIRME PUBLICARLO.

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